viernes, 6 de mayo de 2011


—¿Qué te pasa? ¿Qué me pasaba? ¿Tenía que decirle lo que me pasaba? ¿Te pega la patada, te caes por la escalera, te partes la crisma, te levantas sangrando y te pregunta "Que te pasa?"? Decidí que no permitiría que hubiera más diferencias entre lo que pensaba y lo que decía. Y dije: —Tengo miedo de que me dejes. —quedamos en que no había compromiso... —me recordó. —Y por mi parte era verdad cuando lo dijimos. Pero ahora he descubierto que hay temas en los que es mejor no hacer promesas. Bueno, ya lo había echo. Haciéndome la víctima,chantajista moral, pero por otro lado expresando lo que sentía, que a lo mejor también tenía derecho a hacerlo, ¿no? Hay que hablar de los sentimientos. Los sentimientos son lo único que diferencia a los humanos de los electrodomésticos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario